La disfunción eréctil
Una consulta cada vez más común.
Uno de cada tres pacientes con disfunción eréctil sufre, además, colesterol elevado, diabetes, hipertensión arterial o ansiedad.
Casi la mitad de las consultas sexuales que tienen lugar en atención primaria se refieren a problemas de disfunción eréctil (concretamente, el 48%), según constatan los médicos de familia españoles. La eyaculación precoz, la falta de deseo sexual o la anorgasmia femenina son otros problemas frecuentes relacionados con la sexualidad que tienen que atender estos especialistas.
En los últimos años los españoles han ido perdiendo el pudor en la consulta y cada vez es más frecuente que asomen preguntas relacionadas con la sexualidad. Además de la disfunción eréctil o la eyaculación precoz, son también frecuentes las dudas relacionadas con la solicitud de la píldora del día después, la naturaleza de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y la planificación familiar. Los médicos subrayan, no obstante, que pese a la frecuencia con que aparecen estos problemas, la esfera sexual continúa siendo un aspecto íntimo que tanto a médicos como a pacientes cuesta plantear espontáneamente en la consulta.
Datos del Instituto de Sexología y Psicología dados a conocer en Valencia durante una reunión nacional de médicos de familia constataron hace unas semanas que casi una de cada dos consultas sobre sexualidad que atienden estos especialistas se refieren a problemas de disfunción eréctil (48%). Otras alteraciones como la eyaculación precoz (28%), falta de deseo sexual (8%), anorgasmia femenina (7%) y vaginismo (1,6%) le siguen en porcentaje.
Abordaje integral de la salud
Los médicos reivindican una mayor presencia de la sexualidad en sus planes de formación universitaria, habida cuenta del escaso bagaje de conocimientos que se imparte hoy en la carrera y del creciente aumento de consultas que se registra en esta esfera vital. A pesar de que se sienten responsables y cómodos en este tipo de atención, demandan una mayor competencia profesional.
Los problemas dentales crónicos pueden no sólo perjudicar al corazón de un hombre, sino también la erección peneana.
«Un abordaje integral de la salud de los pacientes no puede pasar por alto un aspecto fundamental en la salud de las personas como es la sexualidad; de ahí la necesidad, por un lado, de que los médicos aprovechemos nuestras habilidades de comunicación y, por otro, de que contemos con la formación específica para dar la mejor respuesta posible a las necesidades de los ciudadanos en esta materia», asegura José Zarco, coordinador de las Jornadas de Actualización en Medicina de Familia celebradas en Valencia y organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (SVMFIC).
La reunión permitió a los facultativos asistentes actualizar sus conocimientos y aprender habilidades prácticas a fin de abordar problemáticas de muy diversa índole, desde infecciones de transmisión sexual al parkinsonismo, pasando por la diabetes, las vacunas, el tratamiento del ictus o los problemas bioéticos que puedan plantearse en la consulta de atención primaria.
Una consulta más que justificada
El abordaje de la sexualidad desde la consulta del médico de familia fue el principal eje de las jornadas. Zarco considera imprescindible, de cara a la formación de los médicos de familia, establecer qué habilidades y actitudes deben adquirir los profesionales sanitarios para identificar estos problemas y ofrecer soluciones adecuadas. «Además de ampliar nuestra formación científica, los médicos debemos potenciar nuestras habilidades comunicativas para favorecer el diagnóstico y tratamiento de la patología sexual», declaraba el experto.
La necesidad de una atención integral en los pacientes con alguna alteración sexual cobra aún mayor importancia si se tiene en cuenta que uno de cada tres pacientes con disfunción eréctil, por ejemplo, suele presentar otra patología oculta, como el colesterol elevado (27%), la diabetes (22%), la hipertensión arterial (20%) o la ansiedad (18%). Los resultados de un estudio descriptivo mediante encuesta cumplimentada por los médicos para saber cómo abordan la sexualidad en la consulta de atención primaria ponen de manifiesto que el 95% considera la esfera sexual como un elemento fundamental en la salud de los ciudadanos y manifiesta su interés por mejorar su formación en este ámbito.
La encuesta también revela que un porcentaje significativo de médicos no incluye la vida sexual del paciente en su historia clínica. Como apunta Zarco, «es preciso dotar a los médicos de familia de los instrumentos necesarios para mejorar el abordaje clínico y terapéutico de la sexualidad en su práctica profesional, así como promover la investigación de estos profesionales en el campo de la sexología». Añade a tal reflexión la importancia de aprovechar la situación del médico de familia en la puerta de entrada al sistema sanitario,»una situación privilegiada para prevenir o resolver las alteraciones de la sexualidad».
De arriba abajo
¿Qué pensaría un paciente si al hacer una consulta sobre disfunción eréctil el médico le pediría que abriera la boca y dijera «A»? Pensaría mal, a buen seguro, pero no acertaría; estudios recientes demuestran que los problemas dentales crónicos pueden no sólo perjudicar al corazón de un hombre, sino también su erección peneana. Yehuda Zadik, del Centro para la Promoción de la Salud y la Medicina Preventiva de Israel, evaluó la función sexual de 305 hombres de más de 30 años de edad y examinó, además, sus radiografías dentales.
Pretendía demostrar que dientes y encías no están aislados en el organismo, y que las bacterias de la orofaringe invaden con facilidad el torrente circulatorio pudiendo desencadenar una inflamación sistémica. «La enfermedad periodontal -explica Zadik- no sólo está relacionada con la sexualidad, sino también con diabetes, bajo peso al nacer y afecciones cardiovasculares o respiratorias». El especialista destaca asimismo la existencia de una periodontitis agresiva que puede aparecer en individuos muy jóvenes y que se relaciona con factores inmunológicos.
Por otro lado, quienes piensen que el alcohol es antiséptico y que una boca «alcoholada» ahuyenta a las bacterias corren el riesgo de descubrir que lo que el alcohol ahuyenta de verdad es la función sexual. La prevalencia de disfunciones sexuales entre las personas alcohólicas es elevada y oscila, según distintos estudios, entre el 3,2 % y el 64,4.
Fuente: Consumer Eroski (por Jordi Montaner)